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sábado, 14 de mayo de 2011

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En realidad me doy cuenta de que dije todo menos lo que quería decir: en su reclamo a Dios el poeta sólo está poniendo en entredicho el principio teológico que enuncia la infalibilidad divina, pues es poco probable que Dios, o Ser Supremo, esté contenido por términos como falible-infalible.

No es cierto que Dios sea perfecto, es la imperfección del mundo la que ni siquiera le corresponde sino como deidad antropológica, es decir como subproducto del hombre y su circunstancia. Pero Dios no puede ser un producto.

Entonces cuando hablamos de Dios, en realidad los seres humanos hablamos de lo que no conocemos ni comprendemos. 

Por supuesto, acepto cualquier retroalimentación al respecto.

1 comentario:

María Montelongo dijo...

Decían por ahí, que hay una teoría que el ser humano a comparación del mono, chimpancé, y demás changos con cola, tiene 4000 imperfecciones de adn ¿será que la creencia (físicamente en el cerebro) en lo divino es una de ellas?
Por lo pronto, Dios lo bendiga.