Miren el estado de cosas, volteen a su alrededor. ¿En qué se ocupan las bendiciones que Dios nos da a cada instante? ¿Para qué estamos trabajando, en un sistema de explotación desmedida e inconsciente? Nos esmeramos cada día y nuestro esfuerzo se hecha a la basura como despojo de los leones. Nos devoramos unos a otros y aún así no se sacia nuestra hambre. ¿Esperan? ¿Qué esperan? SEñales nos da la vida cada día, a cada instante y sin embargo, preferimos ignorarlas por conveniencias futuras, por prevendas oprobiosas, por indeterminación de niño y juego de peones. Saben lo que estan haciendo, todos lo saben. Tú mismo te has despertado hoy desconfiando de tu arte para vivir y en el desierto te afanas innecesariamente. ¿Por qué? Nadie ha de negarse a si mismo, nadie ha de atentar contra si ni contra sus pares, ni contra sus superiores. Pero empezando por uno mismo: Confianza ciega, eso es lo que nos piden y la época de la confianza ya hace tiempo que pasó. ¿Dónde los hechos? ¿Dónde la administración de justicia? El justo sólo Dios, nosotros no podemos dirimir este altercado.
PAciencia, PA(Z)
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